31 jul 2007

CIRCULO DE ESTUDIOS

Decisiones
Dedicado a mis jóvenes que deciden ser valientes en esta vida. A costa de tener que luchar y arriesgar un poco, aquellos que saben que lo más importante siempre VALE LA PENA!
Si estás pronto a tomar una decisión importante, ten en cuenta algunas de las siguientes sugerencias que me han servido para actuar bien.


1. Tú decides no las circunstancias. Por circunstancias me refiero a lo que te va ocurriendo, como lo que nos pasa siempre es algo fluctuante y cambiante, no es bueno dejarse llevar por ellas. La mente fría exige que hagas distancia de las situaciones momentáneas y que tomes una decisión pensando en lo permanente. Esto funciona tanto como si te va bien como si te va mal. Recuerda: tú decides.
2. Tómate tu tiempo. ¿Quién dice que el mundo se va a acabar si no decides de inmediato? Las mejores decisiones son calmadas. No dejes que el tiempo juegue en tu contra presionándote a hacer cosas que no meditaste bien en sus consecuencias. Si la decisión es importante bien merece su pausa.
3. No temas perder. No creas que todo lo que harás será un éxito. Debes saber que puedes equivocarte y que, de hecho, más de alguna vez lo harás. pero no puedes vivir con el temor a no errar, de tal modo que este te impida decidir. Debes actuar siempre sabiendo que
vale la pena arriesgarse, aun cuando puedas equivocarte. El mundo solo cambia en función de los que primero se arriesgan.
4. Haz lo bueno, no lo correcto. Cada decisión que tomas marca el tipo de persona que quieres ser. Por ello debes ser responsable por las consecuencias de lo que haces. Una forma de ser responsable es que tus decisiones deben orientarse por el bien mayor que puedas lograr. Una cosa: lo bueno no necesariamente es lo correcto. A veces hacemos las cosas pensando en lo que nos dirán los demás y no en lo que efectivamente debe hacerse. Ten cuidado, pues los demás siempre van a hablar, para bien o para mal, pues el mundo de las opiniones así lo estipula. En cambio el bien es algo que permanece y perdura. No permitas, por tanto, que por hacer lo correcto dejes de hacer un bien.

5. Decide, no tienes excusa para no ser feliz. Por último, una vez que has decidido, sé fiel con tu elección. Para bien o para mal somos lo que nuestra libertad construye. Por eso no rehúyas del compromiso que te dan tus decisiones. En el fondo, la posibilidad de ser feliz o no, sólo depende de que tomes las decisiones adecuadas, pero ojo: somos seres temporales, cabe la posibilidad de equivocarse y enmendar el error.
Artículo sacado del blog Kimniekan, (todos los derechos son de él)