5 sept 2009

RECUERDOS. 2006


Esto es parte de un fragmento que se envió en Carta a los padrinos del Programa de Apadrinamiento en el año 2006. En pleno "apogeo" de trabajo social y educativo. Este fragmento está impregnado de realidad y de ilusión, ganas de trabajo y en un momento en el que el horizonte estaba despejado, antes de que llegaran los nubarrones y la lluvias con las que fue regada la Asociación y porque no decirlo bendecida.


Dice así, es del año 2006.


Me gustaría deciros lo que supone para esta Asociación y para esos niños las aportaciones que hacéis.


Cada padrino es una ilusión más en un niño o una niña de estudiar y poder plantearse nuevas metas y nuevos retos, es una sonrisa más en Sololá, que le hacen falta muchas, por eso nuestro lema es “la educación de un niño bien vale una sonrisa”. Es una nueva esperanza de tener un motivo de levantarse que no sea cortar leña o hacer tortillas, vender en el mercado, ir a regar la cebolla, viendo como otros niños llevan la mochila a la espalda y van a la escuela. Suponen mucho los 15 euros mensuales de generosidad. Ese acto tal vez insignificante, para muchos tiene una dimensión muy grande que repercute en un lugar bien pequeño de la geografía guatemalteca. Es formar parte del proyecto de vida de un chavalín, parte de su historia personal irrepetible en el que cada padrino actúa de una manera única y esencial con su pequeña aportación mensual. Esto es lo que nosotros como Asociación da a cambio de los 15 euros de donación mensual. Vosotros sois forjadores de esperanzas. Desde la Asociación trabajamos por los niños y también por vosotros, ya que sois parte esencial en el programa de apadrinamiento. Detrás de cada ayuda entregada hay una proyección por parte de FONBEC-ONG en la vida de ese niño. Existe un programa específico detrás, teniendo muy presente que los niños no son algo sino alguien con la dignidad de persona, que merecen todo y más dentro de una formación adecuada.

Es mucho, pues, lo que vuestra ayuda supone. El influir en que un niño de 12 años sonría durante 5 minutos olvidándose de los problemas de su casa, que duerme en el suelo, de que pasa hambre, de que no es querido en su familia, etc. Tiene un valor infinito. Eso no se compra ni se vende.

La Asociación por ello, lleva a cabo un programa de reforzamiento escolar y nutrición diario con todos los niños apadrinados, dándole un seguimiento especial a cada uno de ellos. Trabaja con cada familia a través de la Escuela de padres, y lleva todas las inquietudes a cada uno de los centros educativos en los que los niños estudian. Además tenemos seguimiento mensual médico y odontológico de cada uno de ellos.

No me queda más que como Director y en nombre de todos los beneficiarios del Programa de apadrinamiento y de la Junta Directiva, daros las gracias a cada uno de vosotros por la generosidad que mes a mes dais, sabiendo que lo poco que nos parezca ahí, aquí supone bastante. Daros las gracias por hacer realidad muchos sueños pequeños pero de proyección grande. Un saludo especial a cada uno.